Un equipo de paleontólogos españoles encuentra en Las Hoyas (Cuenca) el esqueleto de un carnívoro de seis metros de largo que caminaba a dos patas.
El 'Concavenator corcovatus', encontrado en el yacimiento de Las Hoyas. / Nature
0 comentarios6 votosUn equipo de paleontólogos españoles descubrió una nueva especie de dinosaurio carnívoro que vivió hace unos 125 millones de años, en el Cretácico inferior, y que se caracterizaba por una joroba de unos 40 centímetros en la espalda, informa la revista especializada Nature en su nueva edición.
Si bien existieron otros dinosaurios con vértebras elevadas, éste es el primero con una joroba de este tipo, aunque su función todavía se desconoce, explicó Francisco Ortega, doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y jefe del equipo de paleontólogos que hizo el descubrimiento.
El hallazgo se produjo en el yacimiento de Las Hoyas, cerca de Cuenca. Allí, los científicos encontraron un esqueleto sorprendentemente bien conservado de esta nueva especie, que medía unos seis metros de largo y a la que bautizaron como Concavenator corcovatus (el cazador jorobado de Cuenca), si bien coloquialmente le llaman Pepito.
Este dinosaurio pertenecía al suborden de los terópodos, es decir, andaba en dos patas, como el Velocirraptor, pero era hasta cuatro veces más grande que éste. Además presentaba unas pequeñas protuberancias en los huesos del antebrazo, como las que tienen muchas aves actuales y que les sirven para insertar las plumas más grandes de las alas. "Esto vincula a los primitivos dinosaurios carnívoros con las aves", señaló Ortega. En sus palabras, este descubrimiento precisamente refuerza la hipótesis de que muchas de las estructuras corporales de los pájaros ya existían en los dinosaurios.
El 'Concavenator corcovatus', encontrado en el yacimiento de Las Hoyas. / Nature
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Si bien existieron otros dinosaurios con vértebras elevadas, éste es el primero con una joroba de este tipo, aunque su función todavía se desconoce, explicó Francisco Ortega, doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y jefe del equipo de paleontólogos que hizo el descubrimiento.
El hallazgo se produjo en el yacimiento de Las Hoyas, cerca de Cuenca. Allí, los científicos encontraron un esqueleto sorprendentemente bien conservado de esta nueva especie, que medía unos seis metros de largo y a la que bautizaron como Concavenator corcovatus (el cazador jorobado de Cuenca), si bien coloquialmente le llaman Pepito.
Este dinosaurio pertenecía al suborden de los terópodos, es decir, andaba en dos patas, como el Velocirraptor, pero era hasta cuatro veces más grande que éste. Además presentaba unas pequeñas protuberancias en los huesos del antebrazo, como las que tienen muchas aves actuales y que les sirven para insertar las plumas más grandes de las alas. "Esto vincula a los primitivos dinosaurios carnívoros con las aves", señaló Ortega. En sus palabras, este descubrimiento precisamente refuerza la hipótesis de que muchas de las estructuras corporales de los pájaros ya existían en los dinosaurios.
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