Jimena de la Frontera

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lunes, 31 de octubre de 2011

domingo, 30 de octubre de 2011

EL DOLMEN DE ALBERITE (Villamartín, Cádiz)

Con  ocasión de unas jornadas de puertas abiertas, relacionadas con la arqueología, hemos tenido la posibilidad de visitar el dolmen de Villamartín y escuchar las explicaciones de un experto arqueólogo.
Ubicado dentro de la necrópolis megalítica Alberite I, fue descubierto en 1993. Es uno de los más antiguos de la Península Ibérica, pues tiene unos 6.000 años. La excavación del dolmen fue llevada a cabo por un equipo integrado por profesionales del Proyecto de Investigaciones Arqueológicas Guadalete y por el Área de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, bajo la dirección de Francisco Giles Pacheco y José Ramos Muñoz.
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La estructura megalítica de Alberite se encuentra al sur de Villamartín, dominando un fondo de valle entre la sierra gaditana y la cuenca fluvial del río Guadalete, cuya ubicación es óptima para que se llevara a cabo fácilmente la explotación de recursos por parte de la comunidad que construyó el dolmen.
Responde al tipo denominado de galería cubierta.

Villamartín
 Está situado en la cuenca media del Guadalete.
En el piedemonte de la Sierra de Grazalema



Consta de una galería de unos 23 metros de longitud segmentada con jambas y con una entrada monumental con dos ortostatos exentos. En algunas de estas enormes piedras se encuentran pinturas esquemáticas en ocre y grabados de armas, lunas, soles e incluso algún antropomorfo.







Este dolmen refleja, a través de su cultura material, la estructura económica característica de una sociedad agropecuaria básica, donde la base del modo de producción estaba sustentada en la agricultura y la ganadería. Los hallazgos documentan la organización social y económica de las comunidades del Neolítico Final que vivían en las ricas y productivas tierras del Noroeste de Cádiz.
El yacimiento antes de que le pusieran la cubierta actual.
Bornos desde el enclave.
Socialmente, los elementos arqueológicos reflejan la existencia de sectores privilegiados que ejercían poder o dominación sobre la gran masa de la población. A su vez,dichos elementos, ídolos betilo, prisma de cuarzo, gubia, hachas, azuelas..., tenían una funcionalidad y simbolismo relacionados con la configuración productiva de esa sociedad del quinto milenio antes de Cristo.
Entrada con dos ortostatos


Vista desde el ortostato de cierre de la cámara funeraria. Podemos observar las jambas o losas de separación en medio del corredor.

Restos de ocre

Losas de cubierta.

 Villamartín
jamba de separación







La cámara funeraria, en cuyo interior aparecieron los restos de dos individuos cuyos huesos fueron descarnados y espolvoreados con ocre.
El ajuar de dichos enterramientos incluía útiles de piedra pulimentada, cuentas de collar en piedra, ámbar y conchas, una paleta para el ocre y un gran cristal de cuarzo de unos 20 cm de longitud.



Estas moles de piedra conservan parte de la decoración esquemática que tuvieron. Sobresalen diversas pinturas en ocre y, sobre todo, grabados representando soles, serpientes,armas,... Todo el interior del monumento estuvo pintado en rojo.
Jumba con decoración incisa de una figura humana armada con un hacha.

Y varios soles con sus rayos.
foto coloreada de José Manuel (Druta)

Y como curiosidad, es fácil encontrar fósiles de origen marino.
Y las vasijas-nido de las avispas alfareras o eumeninos     
 

Estas son de otro tipo (me imagino) de avispas.

El ajuar funerario lo he fotografiado en el Museo Arqueológico de Cádiz.

 Hacha-azuela, de roca metamórfica, con restos de ocre
 Collares de cuentas de hueso, concha y variscita.

 Prisma de cristal de cuarzo 


 Ídolos "betilo" de piedra caliza

 Piedra Sagrada. Palabra proveniente del término hebreo Beth-El: Morada de Dios o Recuerdo de los Dioses.
En algunas culturas semíticas también se utiliza para designar a los vestigios de meteroritos que golpeaban la tierra ("piedras de rayo"). Se utiliza este nombre para señalar cualquier tipo de piedra erguida que evoca la presencia de la divinidad y el emplazamiento de un lugar sagrado. Por extensión el término se aplica a cualquier piedra que se considere sagrada por una cultura.
La mayoría de los Betilos, probablemente provenientes de meteoritos estaban dedicados a los dioses o eran reverenciados como símbolos de los mismos.


 Paleta y machacador para ocre

 Láminas de sílex


Detalle de la gubia

Del ritual funerario, se conoce la existencia de diversos restos de hogueras que han permitido la datación del yacimiento y su consideración como uno de los más antiguos de la Península Ibérica y del N.W. de Europa.
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MÁS INFORMACIÓN


Un ortostato es un bloque o losa vertical, adornada o no, que forma la hilada inferior de un muro. En un dolmen neolítico, los ortóstatos forman parcial o totalmente las paredes del monumento funerario y soportan las losas de la cobertera.
Las jambas son losas o estelas de separación.
La azuela es una herramienta para trabajar la madera.

APUNTÉMONOS PARA CONTRIBUIR CON EL MUNDO ECOLÓGICO

 

En Jimena ya tenemos nuestras tumbas ecológicas en el Coto

Nunca es tarde para ser ecológico

Féretros 'bio', enzimas que aceleran la descomposición, coches fúnebres eléctricos o urnas biodegradables, podrían ser una opción 'post mortem' para contribuir con la naturaleza.
Beatriz Barrón (EFE), Madrid | Actualizado 29.10.2011 - 20:04


La oferta para tener una muerte ecológica se ha multiplicado y cada vez es mas fácil una despedida de la vida... mucho más verde. La preocupación ambiental ha llegado al sector funerario y existen alternativas de entierro o de incineración ecológicas que nos reconcilian con la naturaleza, porque después de muertos también podemos reducir el impacto ambiental.

Se estima que en Europa más de un millón de árboles son talados cada año para ser utilizados en los servicios funerarios -alrededor de 350.000 sepelios cada año solo en España- según datos de Maderón Ecowood Logic. Esta firma fabrica cada año unos 10.000 féretros biodegradables a base de un tipo de "madera alternativa", elaborada con una pasta de cáscaras de almendra y resinas naturales, mezcladas a alta presión y temperatura", han explicado.

Otra opción es el ataúd bio a base de cartón, que evita la tala de árboles, recicla residuos y se descompone naturalmente, una característica que implementó su inventor, el presidente de Restbox, Mauricio Kalinov. Para hacer un ataúd normal -explica- "se necesita un árbol" y con su sistema se pueden conseguir 100 féretros ecológicos", que se desintegran en 150 horas y emiten una cuarta parte de CO2. Sin embargo, la tradición pesa y "la gente sigue apegada al féretro tradicional", recuerda Jesús Pozo, director de la revista Adiós, de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid. Los humanos contaminamos hasta después de muertos, pues cuando se descompone un cadáver, por ejemplo, desprende lixiviados (líquidos), recuerda Pozo.

Para evitarlo -relata- hay productos como Bionzimex-DCH, de patente española, que acelera la descomposición del cuerpo dentro del féretro. Se trata de una espora que deja los huesos limpios, reduce los malos olores y que evita que los fluidos lleguen a la tierra. La oferta verde también llega a la movilidad y no son raras las empresas funerarias y cementerios que ofrecen a sus clientes coches fúnebres ecológicos, como el Cementerio Parc de Roques Blanques del Papiol (Barcelona) que emplea un automóvil eléctrico para entierros y traslados dentro del recinto.

Y ¿qué pasa con las emisiones contaminantes de las incineraciones? En Madrid, la ley de 2002 obliga a una evaluación de impacto ambiental por cada horno crematorio que se instala", explica Jesús Martínez de la Atroesa, firma especialista en estos equipos.

Cuentan con filtros y se consigue "que las emisiones sean transparentes, sin olor y completamente respetuosos con el medio ambiente", añade. Además, para las cenizas, existe la opción de las urnas biodegradables, desde aquellas pensadas para arrojar al mar a base de sustancias minerales, aglutinantes vegetales y arena que se disuelven en una hora, hasta las construidas con fibras vegetales, celulosa y una semilla de árbol en su interior para que una vez enterrada genere nueva vida.

Para los más sibaritas se puede optar por licuar el cuerpo, si bien solo es posible en Florida (Estados Unidos), mediante la hidrólisis alcalina. "Nada hierve, solo se calienta el agua y en dos o tres horas la solución alcalina hace lo que la madre naturaleza en varios años", explicaba recientemente a Efe el propietario de esta funeraria. Si se opta por reposar en el océano, empresas como la catalana Gala azul ofrece este servicio desde un barco y de forma legal, pues la normativa prohíbe verter residuos al mar: "la actividad de depósito o esparcimiento de cenizas en el mar se considera un "vertido" que... necesita de autorización por la Autoridad Marítima".
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