Alumnos del Barbésula liberan siete tortugas bobas en Cala Sardina
Son las recuperadas en el Centro de Gestión del Medio Marino de Algeciras Aparecieron en el Mediterráneo afectadas por epibiontes
A. Muñoz san Roque | Actualizado 18.10.2013 - 01:00
Varias decenas de alumnos de Infantil y Primaria del colegio Barbésula tuvieron ayer clase de Conocimiento del Medio en la orilla de Cala Sardina. Los pequeños asistieron a la liberación de siete tortugas bobas -caretta caretta- que fueron recuperadas en el Centro de Gestión del Medio Marino (Cegma) de la Junta de Andalucía en el puerto de Algeciras, afectadas por epibiontes.
La veterinaria del Cegma, Carolina Fernández, contó que fueron unas 20 las tortugas que llegaron este verano al centro. "Todas llegaron con una parasitación bastante severa que les provocó mucha debilidad. No les dejaba alimentarse con normalidad y en los peores casos les provocó neumonía, incluso algunas llegando a fallecer", indicó. Los de ayer fueron los casos felices y los que llamaron la atención de los pequeños biólogos marinos de San Roque.
"Hay que estar en silencio porque se pueden estresar. Antes estaban malitas", recomendó a los niños la veterinaria, que cometió el error de pedir voluntarios para iniciar la liberación y, como era de esperar, surgieron demasiados. Todos querían ser quienes devolvieran a su medio natural a las tortugas, todas juveniles, sanas y fuertes para terminar de curarse en el mar con un microchip subcutáneo para identificarlas si vuelven a aparecer. La mayoría fueron rescatadas entre julio y agosto en la Bahía de Algeciras y el resto en la costa mediterránea. De ahí la decisión de liberarlas en aquella playa sanroqueña.
A la suelta asistieron también el subdelegado de la Junta en la comarca, Ángel Gavino, concejales sanroqueños y guardias del Servicio de Protección de la Naturaleza
La veterinaria del Cegma, Carolina Fernández, contó que fueron unas 20 las tortugas que llegaron este verano al centro. "Todas llegaron con una parasitación bastante severa que les provocó mucha debilidad. No les dejaba alimentarse con normalidad y en los peores casos les provocó neumonía, incluso algunas llegando a fallecer", indicó. Los de ayer fueron los casos felices y los que llamaron la atención de los pequeños biólogos marinos de San Roque.
"Hay que estar en silencio porque se pueden estresar. Antes estaban malitas", recomendó a los niños la veterinaria, que cometió el error de pedir voluntarios para iniciar la liberación y, como era de esperar, surgieron demasiados. Todos querían ser quienes devolvieran a su medio natural a las tortugas, todas juveniles, sanas y fuertes para terminar de curarse en el mar con un microchip subcutáneo para identificarlas si vuelven a aparecer. La mayoría fueron rescatadas entre julio y agosto en la Bahía de Algeciras y el resto en la costa mediterránea. De ahí la decisión de liberarlas en aquella playa sanroqueña.
A la suelta asistieron también el subdelegado de la Junta en la comarca, Ángel Gavino, concejales sanroqueños y guardias del Servicio de Protección de la Naturaleza
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