Este martes pasado quedé, con el amigo Amarillo, para dar una vuelta por Alcalá. Era una "visita de inspección" a un lugar que nos trae un poco loco ( se nos resiste hace ya bastante tiempo, ya sea por hache o por be). Esperemos que algún día se cumplan nuestros deseos.
Esta vez no iba a ser menos. El día amaneció nublado. Recibí una llamada desde Jerez que me informaba que llovía. Así que decidimos posponer la salida para otro momento más propicio.
Me quedé con el uniforme de homo senderiensis colocado en mi cuerpo serrano y con la mochila preparada. Y entre otras cosas, el palo, la cámara (comprobé que llevaba pilas cargadas y tarjetas de memoria), el chubasquero, la gorra (mi calva la demanda contra las inclemencias del tiempo), el móvil, la cartera, la llave del coche,...
Me asomé a la ventana. Sobre Cádiz había un gran claro en el cielo. Así que, me dije que no me quedaba arriado y que me arriesgaba a salir por algún lugar no muy lejano. Tomé rumbo a Chiclana (Cañada del Fontanar).
Lo que quería caminar
Lo que hice (hasta que el barro me frenó)
Me desplacé hasta un cruce de cañadas (Camino de S, Fernando a Medina,Cañada del Fontanar y Cañada de los Marchantes)
Cañada de San Fernando a Medina Sidonia en el cruce de la Cañada de los Marchantes
Cañada de S. Fernando a Medina
Inicié la caminata bajo un sol engañoso. Desde Jerez llegaban amenazantes nubes, y hasta algún efímero arcoíris.
Y empezó a llover. El camino, que ya estaba empapado de agua, se puso "mejor". Aquí se puede aplicar el dicho de "llover sobre mojado".
Pasadas las lagunas, el camino se dirige hacia la Dehesa del Rosal. Aquí, empecé a reconocer el terrero de mi época ciclista. Ahora el sendero casi se lo están tragando los campos de cultivos ( no es la primera vez que compruebo cómo, poco a poco, los arados, van arañando los caminos públicos hasta que desaparecen). ¡Qué poca vergüenza tienen!
Las señales desaparecen y se apoderan de los caminos
Fedia cornupiae
Borraja
Aquí el camino es abrazado por los cultivos ¿cuánto durará?. En este lugar me cayó una gran chaparrada que aguanté estoico bajo un acebuche, pero a gusto, sintiendo y disfrutando uno de los conciertos que nos ofrece la naturaleza.
Estos fueron los únicos compañeros senderistas que encontré
El camino cada vez peor
Las pergañas y el fango, me hicieron dar media vuelta.
Medina Sidonia
Esta es la más grande de las lagunas de Montellano
El camino era un auténtico arroyo
Viñedos chiclaneros
Termino, como hice algunas entradas atrás, con el horno romano del Fontanar al que, los últimos temporales, le han quitado su techo protector ( a perro flaco todo son pulgas). Lo que le faltaba para acabar despareciendo. El agua va a hacer destrozos en su estructura.
Impresionante amigo Paco buen trabajo, me quedo con La Borraja y con el caracol, amén del colorido de tus fotos. Tus comentarios e información de ruta extraordinarios.... Espero que alguien se anime a comentar un trabajo tambien hecho. Un abrazo
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