Este arbusto, de origen australiano, lleva colonizado buena parte de la finca La Boyal desplazando así al ecosistema local · La asociación Verdemar trabaja por conseguir un plan de actuación y erradicarla
MANU GIL / CASTELLAR | ACTUALIZADO 15.04.2012 - 01:00
No hay peor enemigo que el que tiene el rostro de amigo. A la finca La Boyal, dentro del término municipal de Castellar de la Frontera y que a lo largo de su extensión también pertenece y se encuentra dentro del entorno y ecosistema del Parque Natural de Los Alcornocales, le ha salido un pequeño enemigo con su mismo rostro, la acacia. Esta especie, natural de Australia y Tanzania y que principalmente es utilizada para decoración y ornamentación, está desplazando al propio ecosistema local con las graves consecuencias que ello conlleva para el parque, especialmente en la parcela de El Baldío.
En la dehesa campogibraltareña La Boyal, famosa por la victoria del expresidente del Gobierno Felipe González en el litigio sobre su titularidad en 1980, se está viviendo el brote de esta especie alóctona que lleva ya colonizada más de 20 hectáreas, de las 526 totales que componen la finca.
Desde la asociación Verdemar Ecologistas en acción, se lleva haciendo desde hace algún tiempo un llamamiento a las autoridades y administraciones competentes para que tomen cartas en el asunto y creen un plan de actuación específico que frente este avance descontrolado de la acacia.
"Este arbusto, la acacia, tiene una gran facilidad colonizadora y se expande con muchísima facilidad. Principalmente aprovecha cuando existe un pequeño incendio o fuego, esta zona es muy propensa a ello, para ocupar esa zona rápidamente y desplazar el ecosistema y la vegetación natural de la zona", detalla uno de los responsables de la asociación de voluntarios Verdemar, Alfredo Valencia.
Las consecuencias del asentamiento de esta especie invasora dentro del entorno del Parque de Los Alcornocales, en lo que a la finca La Boyal se refiere, van muy ligados al fuerte impacto medioambiental que conlleva un desequilibrio en el ecosistema local, según explica Valencia. "Como la mayoría de especies agresivas, la acacia lo es, se desplaza y se expande casi bajo cualquier circunstancia. Al ir desplazando la vegetación local crea un fuerte desequilibrio en la zona, afecta a los animales, insectos... a todo lo que vive en el ecosistema del Parque Natural", explica el voluntario de Verdemar.
Alfredo Valencia detalla los diferentes caminos que se pueden tomar a la hora de elaborar el plan de actuación para erradicar este brote agresivo y que a paso firme avanza por la finca La Boyal.
"Existen diferentes métodos para contrarrestar el crecimiento de esta especie dentro de la dehesa", comenta. "El uso de un producto químico que elimine los pies de este arbusto es de los más utilizados aunque sus resultados no son los mejores, sinceramente. También se pueden utilizarse unos insectos llamados dípteros, que podrían acabar con los arbustos aunque tampoco es muy efectivo", añade. "La mejor solución es la eliminación de raíz de cada uno de los pies de cada acacia", concluye el voluntario.
Valencia afirma que Verdemar, como llamamiento para dar importancia a este problema, tiene previsto mandar escritos a todas las administraciones competentes para que tomen cartas en el asunto, incluidas la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, su delegación provincial, el Consistorio de Castellar y a su representante dentro la Junta Rectora del Parque Nacional de Los Alcornocales.
Desde la propia asociación, del mismo modo que otros proyectos en los que han colaborado, manifestaron su ofrecimiento total y desinteresado a prestar servicio y ayudar en la erradicación de este brote en la dehesa.
En la dehesa campogibraltareña La Boyal, famosa por la victoria del expresidente del Gobierno Felipe González en el litigio sobre su titularidad en 1980, se está viviendo el brote de esta especie alóctona que lleva ya colonizada más de 20 hectáreas, de las 526 totales que componen la finca.
Desde la asociación Verdemar Ecologistas en acción, se lleva haciendo desde hace algún tiempo un llamamiento a las autoridades y administraciones competentes para que tomen cartas en el asunto y creen un plan de actuación específico que frente este avance descontrolado de la acacia.
"Este arbusto, la acacia, tiene una gran facilidad colonizadora y se expande con muchísima facilidad. Principalmente aprovecha cuando existe un pequeño incendio o fuego, esta zona es muy propensa a ello, para ocupar esa zona rápidamente y desplazar el ecosistema y la vegetación natural de la zona", detalla uno de los responsables de la asociación de voluntarios Verdemar, Alfredo Valencia.
Las consecuencias del asentamiento de esta especie invasora dentro del entorno del Parque de Los Alcornocales, en lo que a la finca La Boyal se refiere, van muy ligados al fuerte impacto medioambiental que conlleva un desequilibrio en el ecosistema local, según explica Valencia. "Como la mayoría de especies agresivas, la acacia lo es, se desplaza y se expande casi bajo cualquier circunstancia. Al ir desplazando la vegetación local crea un fuerte desequilibrio en la zona, afecta a los animales, insectos... a todo lo que vive en el ecosistema del Parque Natural", explica el voluntario de Verdemar.
Alfredo Valencia detalla los diferentes caminos que se pueden tomar a la hora de elaborar el plan de actuación para erradicar este brote agresivo y que a paso firme avanza por la finca La Boyal.
"Existen diferentes métodos para contrarrestar el crecimiento de esta especie dentro de la dehesa", comenta. "El uso de un producto químico que elimine los pies de este arbusto es de los más utilizados aunque sus resultados no son los mejores, sinceramente. También se pueden utilizarse unos insectos llamados dípteros, que podrían acabar con los arbustos aunque tampoco es muy efectivo", añade. "La mejor solución es la eliminación de raíz de cada uno de los pies de cada acacia", concluye el voluntario.
Valencia afirma que Verdemar, como llamamiento para dar importancia a este problema, tiene previsto mandar escritos a todas las administraciones competentes para que tomen cartas en el asunto, incluidas la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, su delegación provincial, el Consistorio de Castellar y a su representante dentro la Junta Rectora del Parque Nacional de Los Alcornocales.
Desde la propia asociación, del mismo modo que otros proyectos en los que han colaborado, manifestaron su ofrecimiento total y desinteresado a prestar servicio y ayudar en la erradicación de este brote en la dehesa.
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