Colgar una hamaca es una tarea sencilla, solo se necesitan dos puntos de sujeción, que pueden ser dos árboles o las paredes de una habitación
La hamaca es un cómodo elemento de descanso, muy utilizado en las regiones tropicales, aunque con un uso muy limitado en nuestro país. Pese a ser una opción poco común, sus ventajas son numerosas: su instalación es sencilla y, a su vez, también es fácil de retirar, se puede utilizar tanto en exterior como en interior y se puede graduar la altura necesaria, por lo que la pueden disfrutar mayores y pequeños. Además, hay hamacas para todos los presupuestos y su mantenimiento es muy sencillo.
A grandes rasgos, las hamacas se dividen en dos grupos: las hamacas que disponen de barras de madera transversales en los extremos y las que carecen de ellas. Estas últimas son las hamacas clásicas. Aunque pueda parecer lo contrario, las hamacas sin barras son más cómodas, estables y seguras, ya que la trama del tejido se amolda mejor al cuerpo. Además, ocupan menos espacio que los modelos con palos en su armazón.
Respecto a los materiales, en general, las hamacas se confeccionan con fibras naturales, algodón o una mezcla de este tejido y poliéster. Estas últimas están indicadas para su uso en exterior, por su gran resistencia a los agentes externos. Una tercera opción son las hamacas de viaje, para cuya confección se utiliza seda de paracaídas, un tipo de nailon muy suave, resistente y ligero, que ocupa muy poco espacio.
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La hamaca es un cómodo elemento de descanso, muy utilizado en las regiones tropicales, aunque con un uso muy limitado en nuestro país. Pese a ser una opción poco común, sus ventajas son numerosas: su instalación es sencilla y, a su vez, también es fácil de retirar, se puede utilizar tanto en exterior como en interior y se puede graduar la altura necesaria, por lo que la pueden disfrutar mayores y pequeños. Además, hay hamacas para todos los presupuestos y su mantenimiento es muy sencillo.
A grandes rasgos, las hamacas se dividen en dos grupos: las hamacas que disponen de barras de madera transversales en los extremos y las que carecen de ellas. Estas últimas son las hamacas clásicas. Aunque pueda parecer lo contrario, las hamacas sin barras son más cómodas, estables y seguras, ya que la trama del tejido se amolda mejor al cuerpo. Además, ocupan menos espacio que los modelos con palos en su armazón.
Respecto a los materiales, en general, las hamacas se confeccionan con fibras naturales, algodón o una mezcla de este tejido y poliéster. Estas últimas están indicadas para su uso en exterior, por su gran resistencia a los agentes externos. Una tercera opción son las hamacas de viaje, para cuya confección se utiliza seda de paracaídas, un tipo de nailon muy suave, resistente y ligero, que ocupa muy poco espacio.
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