Aunque escurridizos y difíciles de encontrar, seguramente alguna vez hayas tenido ocasión de ver a estos animales que se esconden entre la hojarasca de los bosques húmedos.
Las salamandras y los tritones pertenecen a la clase de los anfibios. Los anfibios son vertebrados ectotérmicos, esto quiere decir que no son capaces de regular su temperatura y dependen de la temperatura ambiente. Son animales con cuatro patas originalmente y tienen la piel glandular, húmeda y porosa lo que les permite su respiración cutánea, es decir, pueden respirar a través de la piel. Son los primeros vertebrados de la historia que desarrollaron adaptaciones para respirar fuera del agua, poder moverse y poder captar sonidos y olores de la tierra. Además minimizaron las pérdidas de agua del organismo, pero siguen siendo dependientes del agua para su reproducción. Por otra parte, poseen en su piel unas glándulas que secretan sustancias tóxicas que pueden ayudarles a defenderse de sus depredadores repeliéndolos.
Yendo más al fondo y siendo más precisos, las salamandras y los tritones son del orden urodelo, es decir, forman parte de unas 500 especies de anfibios conocidas que tienen el cuerpo alargado con una cola larga. Además, sus cuatro extremidades son cortas, otro rasgo muy significativo de estos animales.
El otro grupo en el que se subdividen los anfibios es el de los anuros. Este otro orden se caracteriza por tener animales de cuerpo globoso que carecen de cola y tienen las extremidades posteriores alargadas y adaptadas al salto. Entre los anuros encontramos a todas las especies de ranas y sapos, de los cuales, hablaremos en otra ocasión.
Volviendo a los urodelos, estos se caracterizan desde su estadio larvario, cuyo aspecto es muy parecido al de los adultos. Las larvas poseen un penacho de branquias externas alrededor de la cabeza por las cuales respiran, ya que al principio de su desarrollo viven bajo el agua de ríos y lagos. También pueden respirar como se ha mencionado anteriormente a través de la piel.
Durante los primeros meses de vida se producen ciertos cambios en su fisiología, pasando de su estadio larvario a su estadio adulto, por medio de un proceso que se denomina metamorfosis. Esta metamorfosis es importante porque hace que estos animales dejen de respirar por branquias para respirar con pulmones y a través de la piel, lo que les confiere su capacidad de adentrarse en la tierra y vivir alejados de sus depredadores. Viven en los bosques húmedos, cerca de ríos o lagos, a los cuales únicamente vuelven para reproducirse.
Según especies, la mayoría miden aproximadamente 20 cm de longitud incluyendo la cola. Estos animales son de coloración normalmente parda para camuflarse entre los troncos de árboles muertos, la tierra y la hojarasca. Algunos de ellos tienen coloración negra con manchas amarillas, esta es una forma de avisar a sus depredadores de su toxicidad, para que estos no se las coman. A veces, algunas especies han adquirido esta coloración para evitar su depredación aunque no sean venenosas, a este método de adaptación se denomina mimetismo batesiano.
Cuando estos animales son capturados, pueden escapar desprendiendo una pata o la cola, las cuales algunas especies son capaces de regenerar.
Además de la metamorfosis descrita anteriormente, los urodelos, como muchos otros grupos de animales, sufren transformaciones en la piel durante la época de celo. Los machos adquieren coloración más llamativa y atractiva para las hembras, y se forman crestas y callosidades por todo su cuerpo.
En cuanto a su alimentación, son carnívoros. Se alimentan de larvas de insectos, gusanos y pequeños crustáceos en su estadio larval. Mientras que los adultos se alimentan de insectos, arácnidos, caracoles, babosas, lombrices y otros animales de pequeño tamaño.
En el orden urodelos, podemos ver como el título indica que hay dos tipos distintos y bien diferenciados, las salamandras y los tritones. Ambos grupos tienen diferencias entre sí, anatómicamente, a simple vista, se diferencian en que las salamandras poseen la cola gruesa y de sección circular mientras que los tritones tienen la cola comprimida lateralmente y de sección ovalada.
Estos animales se ven muy amenazados por los cambios producidos por el ser humano en los ecosistemas. Para evitar su desaparición, en España, se están creando charcas artificiales en lugares estratégicos que favorecen la reproducción de los urodelos y anfibios en general evitando así su extinción.