El amigo Amarillo, me propuso hacer uno de nuestros paseítos natu-arqueológicos a una zona no muy lejos de Peña Arpada y de Lascuta. No dudé, con las ganas que tenía de "solearme" en el monte.
La mañana se presentó con una espesa niebla que se disipó en el tiempo de tomarnos un café, en nuestra parada obligatoria de la Venta Andrés, en el cruce del Pedroso.
Vista de Peña Arpada desde el inicio de nuestro recorrido en la venta del Puerto de la Parada.
Pilares labrados en la piedra
Bruma mañanera
Cortijo cercano a las Casas del Puerto de la Parada
Seta sombrilla
Pasamos un buen rato entre sus ruinas ( una pena que se dejen perder estas edificaciones ). Todavía quedaban restos de su clásica cantarera, el horno, higueras, el pozo,..
¡Qué buenas teleras se habrán horneado aquí!
Continuamos nuestro camino por una vía pecuaria.
Llegamos a un bucólico prado con su correspondiente laguna estacional y con unas pacíficas vacas que se deleitaban con el fresco pasto.
Un espléndido acebuchal rodea todo el prado
A partir de aquí, iniciamos el ascenso por un pedregoso camino. Las "vereítas" de las cabras favorecen nuestra marcha.
Omphalotus illudens (muy tóxicas)
Qué pena no saber si eran comestibles. Aspecto apetitoso, si que tienen. Nosotros, ni tocarlas.
Una gigantesca oruga descubierta por el amigo Amarillo (tiene una habilidad especial para estos hallazgos).
Esta es la oruga de la esfinge de la calavera (Acherontia artropos). Se trata también de uno de los mayores lepidóperos europeos, pues sus alas delanteras pueden alcanzar los 10 cm de longitud, y puede pesar hasta 9 gramos.
Torre Lascuta
Llegamos a otra explanada con buenas vistas del entorno
Acebuches y setas
El verde tapete vegetal, invitaba a buscar "posturitas" de aguerridos fotógrafos de naturaleza.
En poco tiempo llegamos a lo más alto del cerro. A nuestra izquierda, la Sierra de las Cabras; al fondo, Grazalema.
El Picacho
El Montero y la antena militar
La caseta, situada en la laguna que atravesamos, es una toma de agua.
Peña Arpada y Paterna de Rivera
Meseta del Esparragal y Torre Lascuta
Aquí empezamos a encontrar señales de que este espacio estuvo ocupado (base de muros, cerámica,..)
Nuestra imaginación nos llevaba a pensar en posibles signos grabados en la piedra.
Narcissus cavanillesii
Es curioso el aspecto de este narciso, ya que carece de la corona que caracteriza a las flores de esta especie.
Aparece en el Listado de Especies Silvestres en régimen de protección especial.
Según gente del lugar, los espárragos eran muy abundantes en toda la zona.
Base de muros
En el año 1800, mientras que una epidemia causaba estragos en la población alcalaína, un labrador, llamado “Tío Zarco”, encontró una piedra con unos signos en el “Cerro de la caballería del Caracol”. El dominico Fray José de Ayala organizó una excavación que dejó a la luz un pedestal.
El cipo se encuentra en la iglesia de San Jorge en Alcalá de los Gazules
Hace referencia al obispo Pimenio ( S. VII) y a unos mártires cristianos.
Parece que la actividad fundacional de dicho obispo consistía en la colocación de reliquias de santos en edificios ya existentes, dejando grabada la inscripción en cualquier pieza romana en desuso; así ocurre en Medina y Vejer.
Ermita de los Santos Mártires (Medina Sidonia) y Ermita de San Ambrosio (Barbate)
Plano que se conserva en los archivos del Obispado de Cádiz. Se trata de una diminuta basílica de tres naves empleada como sepulcro. Situada a legua y media de Alcalá.
foto del blog Historia de Alcalá
Relicario de la Iglesia de San JorgeJunto a restos humanos aparecieron piezas de cerámica y una copita de vidrio, así como una fíbula visigoda y una cruz pectoral. Albisu también hace referencia a un suntuoso pedestal que indicaba el triunfo de algún pueblo.
Uno de los cráneos encontrados en la primera tumba presenta claramente las señales de haber sido decapitado, según estudios antropológicos.
Copia de carta en la que se comunica que Pedro Ángel de Albisu, comisionado para las excavaciones en Alcalá de los Gazules, notifica que ha descubierto, en el lugar llamado Las Correderas, una ciudad destruida.
Medina Sidonia
Pantano de Barbate
Leucojum autumnale, Campanilla de otoño. Gusta de lugares frescos, húmedos , umbríos y arenosos
Ya de vuelta, miradita al cerro que hemos estado recorriendo.
En estos lugares estuvo acampado el Ejercito de Ultramar, durante una epidemia de fiebre amarilla, en 1819. Durante varias meses permanecieron aquí aislados.
El amigo Amarillo, sin temor a otra picadura, volvió a detectar otro "bichito".
Terminamos en la Venta Puerto de la Parada estratégicamente situada al final del recorrido . Allí repusimos fuerzas, como es de rigor. No faltó una agradable charla con algunos vecinos que nos informaron amablemente de todo lo que se refería al lugar que habíamos visiado.
Finalmente, el ventorrillero nos llevó hasta un horno de leña.
Y contentos que nos fuimos para casa con las vivencias de este recorrido y con un "peazo " de telera bajo el brazo.
Finalmente, el ventorrillero nos llevó hasta un horno de leña.
Y contentos que nos fuimos para casa con las vivencias de este recorrido y con un "peazo " de telera bajo el brazo.
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