Las observaba desde mi vetana
con la cámara preparada y me dí cuenta que eran los líderes de la bandada que no
tardó en aparecer por mi campo de visión gracias a sus llamadas constantes.
Las primeras en aparecer ,
se instalaron en una de las grandes hojas de la palmera mirándome sorprendidas,
pero tranquilas por la defensa que entrañaba la gran distancia que nos
separaba-
la pareja cada vez se
acercaban más y miraban a su alrededor para proteger la intimidad de sus
intenciones amorosas.
poco a poco comienzan los
primeros "arrumacos" cotorreros
No tardó en producirse el
primer besito cotorrerito con emoción controlada por la presencia de gorriones
en la palmera.
Los gorriones
desvergonzados miraban y remiraban a las dos cotorritas enamoradas robándoles su
intimidad palmera.
Pero... el amor es el
amor y el abrazo fue imposible de contener aún con la presencia de los mirones
gorriones.
Esto fue ya el "revolcón
cotorrero", ninguna presencia les molestaba para disfrutar de su amor
eterno.
Élla pedía más y más
besos, pero él le dia.......!! que nos están mirando....!
Tampoco él podia contener
sus deseos amorosos y la complacía en todo momento.
Les dió pudor y
continuaron con sus escenas de amor escondidos en la hoja de la palmera y
entonces dirigí mi cámara al grupo que picoteba en el suelo los trozos de pan
que yo les habia dejado.
No sospechaban que
Currini con su cámara podia estar perpetuando el momento de su estancia junto a
su casa.
Reduje el campo de
visión y pude verlas un poco mejor porque como veis son escandalosas pero
preciosas.
Precioso trio con el
campo de visión más corto para disfrutarlas mejor
No se percataron en
nigún momento de mi presencia tras los visillos cortineros de mi
ventana.
La cotorra argentina responde al nombre científico de
Myiopsitta Monachus. Pertenece a la familia de las psitácidas, mide hasta 30 cm.
y pesa unos 150 gramos. Su distribución natural es en Argentina, Bolivia central
y sur de Brasil. Actualmente existen grupos estables en España, principalmente
en Barcelona y en la costa de Andalucía. También se han visto colonias en el
norte de Holanda y en Estados Unidos. Son aves amistosas y muy
adaptables, grandes habladoras y fáciles de domesticar, pero también
son muy destructivas y ruidosas. Las primeras en llegar a
España lo hicieron a finales de los años 60, como aves exóticas
que fueron vendidas y luego liberadas por sus dueños por lo escandalosas que
llegaban a ser. Al no tener aquí una especie depredadora gozan de una
alta tasa de reproducción, por lo que podrían llegar a
convertirse en una plaga ya que pueden duplicar su número en cinco años. Son
sociables con otras especies y se instalan fácilmente encontrando la manera de
subsistir.
Dieta y jaula
En cautiverio su esperanza de vida
es de entre 25 y 30 años. Por el contrario, en estado salvaje
es difícil que lleguen a la década. Su plumaje es de color verde
azulado, amarillo y blanco. Éste cubre todo su cuerpo, diferenciando a
los jóvenes por tener el pecho y los ojos grises. Puedes alimentar a tu ave con
legumbres, carne seca, maíz, trigo y piensos especialmente
formulados para su correcta nutrición. Su dieta en su hábitat natural se compone
de frutas, verduras frescas, forrajes, bayas, insectos, brotes, césped y
hierba. Si quieres, puedes alojar a tu nuevo amigo en una jaula o en una
pajarera. Tiene un pico muy fuerte y
destructivo, por lo que el alojamiento y sus comederos deben estar
construidos con materiales resistentes y
pesados para que no los rompa y evitar también que los use como
juguetes. Se comercializan muchos accesorios especiales para
poner en su jaula y evitar que se aburra. A la hora de reproducirse
necesitará un aviario con abundante matorral. Las parejas son
de por vida y la época reproductiva es de agosto a noviembre.
Depositan de cuatro a ocho huevos y la
incubación dura de 26 a 28 días, a los 44 días de vida los polluelos ya
pueden abandonar su nido.
No la sueltes nunca
En libertad construye sus
nidos con forma alargada con una entrada ancha y dos cámaras,
una externa donde se encuentran los progenitores y una interna para depositar
los huevos y donde permanecen las crías hasta que crezcan un poco. La hembra es
la encargada de hacer este nido con ramas entretejidas y ella
será la responsable de la limpieza, de la ampliación del nido cada año y de la
incubación de los huevos. La introducción de esta especie
puede ser bienintencionada o accidental, pero es contraproducente para
el ambiente alterando el ecosistema, por ello se aconseja que evites la
puesta en libertad. Si no puedes hacerte responsable de tu ejemplar, debes
entregarlo a una sociedad protectora de animales o preguntar a tu veterinario de
confianza. |
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