Cuando no hay rutas camperas, me encanta pasear por la historia de los pueblos que visito. Callejeo todo lo que puedo. Busco aquellos rincones que casi pasan desapercibidos, cuando vamos con prisa. Y además, aprovecho para entablar conversación con sus gentes. Cuando te interesas por «su pueblo», siempre hay algo interesante que contar.
Esta vez he visitado Alcalá de los Gazules (Cádiz). Hasta ahora, conocía más su entorno natural que el propio pueblo. Lo he recorrido durante dos jornadas diametralmente opuestas (lluviosa y soleada). Ahora, al conocerlo mejor, más afecto le tengo. Espero que, si los alcalaínos y alcalaínas se asoman a esta ventana de mi blog, mi visión de su pueblo sea de su agrado. En mi paseo, intento recorrer, de manera modesta, los vestigios de su historia.
Está situado en pleno Parque Natural de Los Alcornocales. Es un pueblo luminoso, de blancas casas, de sinuosas y empinadas calles. Coronado por su castillo.
En el entorno más cercano, podemos encontrar indicios de hábitat humano desde la Prehistoria ( Mesa del Esparragal, Laja de los Hierros, necrópolis de Monte Bajo, pinturas rupestres, tumbas antropomorfas,...).
En mi primera jornada, nada más llegar al pueblo, me dirijo por una empinada calle que me lleva hasta el paseo San Juan de Ribera. Aquí, empiezo a encontrar los primeros vestigios que busco: Lienzos de murallas y la Antigua Puerta de la villa.
De manera fortuíta, entablo conversación con D. Andrés Moreno, un enamorado de su pueblo. Vive en la casa situada en la misma puerta (sólo queda un escudo).
Desde aquí me dirijo a la cercana Plaza Alta. Sin dejar de echar un vistazo al entorno,
Siguiendo la tradición morisca, aparecen unos mini -huertos, cultivados en bancales, y restos de muros.
Plaza Alta
La torre se levanta en el ángulo izquierdo de la fachada de los pies. Se edifica entre 1629 y 1637 en estilo barroco. Tiene planta cuadrangular, con alzado de cuatro cuerpos construidos en ladrillo visto.
Sobre la puerta de entrada en el tímpano del arco se inserta un relieve con la clásica representación iconográfica de San Jorge a caballo, alanceando un dragón alado y a la derecha una figura femenina.
Me llamó la atención la estela relacionada con el Obispo Pimenio. Este personaje aparece también en la ermita de los Santos Mártires de Medina y San Ambrosio.
Este documento está en los archivos del Obispado de Cádiz
(texto de Ramón Corzo)Iglesia visigoda de Alcalá de los Gazules (clique)
Más tarde, mis pasos, se encaminan al Cerro de la Coracha (165m.). Aquí están los restos conservados del castillo.
Es una atalaya magnífica que tuvo un gran valor estratégico. Las vistas son espectaculares.
En la Guerra de la Independencia, los franceses, en su retirada, la volaron.
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La fachada exterior está recorrida por un alambor o muro inclinado de reforzamiento (añadido, quizás, en época tardo medieval).
La presencia musulmana (formó parte de la Cora de Algeciras y Sidonia) se extiende hasta 1264 cuando fue conquistada por Alfonso X.
Sierra de Grazalema desde La Coracha
En la ladera de La Coracha he observado covachas utilizadas, me imagino, para aperos y animales.
Alrededor de la torres, había un recinto amurallado unido a las propias murallas de la ciudad (quedan lienzos y torres albarranas). Según he leído, se conserva un arco almohade-mudéjar en la calle Alfonso el Sabio (lo he buscado, pero nadie me daba señales de él).
Mientras buscaba algo interesante, me recorrí toda la parte alta del pueblo.
Fuimos callejeando, siguiendo las indicaciones de los vecinos, nos dirigimos hasta la fuente romana de La Salada.
FUENTE DE LA SALADA (clique)
En la parte superior están los depósitos. El recinto está cercado. A duras penas logré algunas fotos.
Datan del siglo II a.de Cristo y son a un tiempo depósitos, arcos de triunfo y basamento de un templo -dedicado a la divinidad del manantial, hoy desaparecido.
www.alcaladelosgazules.es http://mialcala.blogspot.com.es
En este edificio circular estaba la antigua plaza de toros.
La Playa
La prehnita es un mineral muy singular de estas ofitas.
En una segunda jornada quiero visitar los restos del puente romano, otra torre, los pozos, una torre mudéjar,... En fin, otro buen día me espera.
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