Jimena de la Frontera

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sábado, 25 de febrero de 2012

UNA LATA DE CONSERVA CASI ETERNA

 

El hallazgo de una lata de manteca de cerdo de la II Guerra Mundial, apta para consumir, reabre el debate sobre indicar o no la fecha de vencimiento de los alimentos



La insólita noticia se conocía hace unos días: una lata de manteca de cerdo de la II Guerra Mundial se encontraba en buenas condiciones de consumo 64 años después de envasarse (1948). Su propietario, un jubilado alemán que la había hecho analizar, declaraba que, según los resultados, solo tenía una ligera merma de aroma que para nada contraindicaba su consumo. En plena vorágine sobre el estudio que destapa el despilfarro de alimentos en la Unión Europea, según el cual se calcula que se pierden alrededor de 89 millones de toneladas de alimentos al año (unos 179 kilos por europeo), la noticia ponía en entredicho la necesidad de establecer la fecha de caducidad de los alimentos y cuestionaba la inclusión en el etiquetado. Hay que recordar que una parte importante de este derroche de alimentos se atribuye a una mala gestión del consumidor, que se deshace de ellos por estar fuera de las fechas de consumo.
  • Autor: Por MAITE PELAYO
  • Fecha de publicación: 16 de febrero de 2012

- Imagen: Petre Birlea -
La conserva de manteca de cerdo se envasó en Estados Unidos hace más de 60 años y se distribuyó en Alemania en un cargamento de ayuda. Su dueño, un octogenario con formación farmacéutica y sabedor del debate acerca de establecer o no una fecha de caducidad de los alimentos y si es o no recomendable consumirlos una vez vencida, decidió llevar a analizar el contenido de la lata que, con gran nostalgia, conservaba en su domicilio. Los responsables de la Oficina de Agricultura, Seguridad Alimentaria y Pesca regional pudieron certificar que, en términos generales, el estado del producto después de 64 años era satisfactorio en lo que se refiere a su grado de frescura y composición material, aunque el análisis de la manteca permitió detectar una ligera merma en aroma y sabor, la calidad del producto no se alejaba mucho de las normas obligatorias establecidas para su consumo. Para explicar el buen estado de la manteca, pese al paso del tiempo, los responsables sanitarios aludieron a las características de la lata, preservada de la influencia del aire y la luz externos, así como de conservantes tales como el ácido cítrico y la resina de guayaco, un aditivo extraído de este árbol tropical, ambos con efectos antioxidantes.

Un alimento muy especial en conserva

La manteca de cerdo puede ponerse rancia por exposición prolongada al aire, ya que se oxida de forma fácil
Pero quizá el descubrimiento no es tan sorprendente y nada representativo de otros alimentos si se tiene en cuenta que la manteca de cerdo es un alimento muy especial, cuya composición es casi grasa pura. Aunque en origen es el cuerpo graso obtenido de calentar el tejido adiposo acumulado en los tejidos del tórax y abdomen del cerdo, en el ámbito industrial a menudo se obtiene de todas las grasas del cuerpo del cerdo, a las que se adiciona agua para que sean más blandas y ganen untuosidad. De sabor insípido y olor débil, ha desaparecido de forma paulatina de las cocinas y se ha sustituido por aceites vegetales más saludables.
En ocasiones, la manteca de cerdo puede experimentar ciertas alteraciones, sobre todo, se puede poner rancia por exposición prolongada al aire, ya que se oxida de forma fácil, aunque se adiciona ácido cítrico para evitarlo. Debido a su naturaleza química, es difícil que tenga otras alteraciones, e incluso, el desarrollo de microorganismos, ya que a diferencia de otros alimentos es un sustrato poco adecuado. De hecho, la grasa se ha utilizado como agente conservante de otros alimentos. Todas estas características, junto con unas condiciones de almacenamiento adecuadas, hacen posible una prolongada conservación de la manteca de cerdo, incluso como ha ocurrido en esta ocasión, a través de los años.
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