Este sábado pasado, como Caminete de Luna no se resiste a estar parada, se ha realizado una ruta cuasi nocturna por Jimena. Hemos recorrido sus empinadas calles, sus lugares emblemáticos y su entorno natural más cercano (el río Hozgarganta).
El punto de salida fue el Llano de la Victoria. Allí también volveríamos para participar de la verbena que se celebra por estas fechas, en los últimos años.
Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria (antiguo convento de Santa Ana) (siglo XVII):
Situada en el Barrio Alto, la iglesia es de dos naves y es aneja al antiguo convento de los frailes mínimos o victorios, quienes en torno a 1600 se instalaron en el lugar, haciéndose cargo de una capilla anterior dedicada a Santa Ana y cuya denominación persistió en el tiempo. Se encuentra muy reformada, con airoso campanario, portada muy simple y un hermoso patio. Las dos naves extrañamente articuladas y adosadas a la casa parroquial parecen formar parte de la antigua estructura. La iglesia debe su nombre actual a la patrona de Málaga. El origen de esta advocación se produce en el cerco de Málaga por los Reyes Católicos, que recibieron del emperador Maximiliano de Austria una imagen de la Virgen, a la que pusieron el nombre "de la Victoria".
Sus calles, estrechas y empinadas, un buen campo de entrenamiento para senderistas.
El callejón techao
Trachelium caeruleum L. subsp. caeruleum (flor de la viuda)
Campanario de la iglesia de Nuestra Señora Coronada (siglo XVII):
Campanario aislado en la plaza de la Constitución, emerge como único vestigio de la desaparecida iglesia de Nuestra Señora Coronada. La primera referencia que se tiene de La Coronada está en el libro de Fray Jerónimo de la Concepción sobre Cádiz y su provincia, publicado en los Países Bajos y en 1690. Dicha parroquia, ya en el siglo XVIII (correspondencia de 1736 en los archivos diocesanos) amenazaba ruina, y tras su demolición en 1946 quedó el campanario como testigo de su existencia. Es una torre prismática de dos cuerpos, el inferior un recio paralelepípedo con escalera de caracol interior para acceder al cuerpo superior o de campanas, con cuatro vanos, en tradicional ladrillo visto y ochavado.
Baño de la Reina Mora (siglos IX-X):
A espaldas del castillo, existen restos en planta, probablemente de una iglesia mozárabe labrada en roca viva. El Baño de la Reina Mora tiene forma de pileta, por lo que ha adoptado este nombre legendario. Lo más probable es que se trate de una pila bautismal de tamaño natural para el bautismo por inmersión, práctica muy común entre los cristianos tempranos.
Detalle en una de las puertas
Restos romanos en el Arco del Reloj
Placa en recuerdo de Hamo
Iglesia de la Misericordia (siglos XV-XVI):
Coronando la ciudad y muy próxima al castillo, extramuros, existen restos de la iglesia gótica de la Misericordia: los muros, la bóveda, con crucería de piedra y plementos de ladrillo, además del arco toral ojival. Esta iglesia de una única nave se renovaría durante el siglo XVI, dados los detalles renacentistas con que cuenta como las semicolumnas del interior con capiteles jónicos, sobre las que descansan arcos de medio punto. Destacan en su arquitectura, su severa portada, con dintel recto y pilastras cajeadas y los arcos apuntados cegados de la parte inferior.
Reales Fábricas de Artillería (siglo XVIII): Pueden considerarse como los segundos altos hornos andaluces, tras el próximo de Cartajima. Surgen por el empeño puesto por Eduardo Boyetet, quien propuso al monarca Carlos III la fundición de artillería en la zona en 1761. Quedan restos de esta empresa a orillas del río Guadiaro, una fábrica que no llegó a funcionar en la finca conocida como La Fábrica de las Bombas. A orillas del Hozgarganta, en La Pasada de Alcalá, se levantan los restos más significativos, como el murallón.
Chinchilla (pinturas rupestres)
Ruinas del molino de Rubio
Los últimos rayos de sol reflejándose en el río
Subiendo por la cuesta que nos llevará a la Cruz Blanca.
La noche caía ya sobre el valle
La noche cayó al llegar al pueblo