La congelación de material genético y la reproducción asistida han alejado a diversos seres vivos de su extinción
Las técnicas de reproducción asistida no sólo ayudan a parejas que no pueden tener hijos, sino también a especies amenazadas. La criopreservación permite congelar material genético y evitar la extinción de animales como el cóndor de California, la gacela africana, el ciervo ibérico o plantas endémicas del Cantábrico. Científicos de todo el mundo trabajan en bancos de recursos genéticos con el objetivo de conservar el material de todas las especies en peligro, una tarea complicada que requiere de mayores investigaciones y medios.
Desafíos de la criopreservación
La criopreservación se enfrenta a varios desafíos que ponen a prueba su efectividad. Sus responsables deben obtener muestras sin restos de contaminación, infecciones o parásitos. Esta tarea es complicada en el caso de las especies en peligro, cuyo número es bajo y en condiciones poco aptas para su reproducción idónea.
Los investigadores necesitan desarrollar más la tecnología de criopreservación y reproducción asistida para aumentar sus resultados. La técnica es bien conocida para células de mamíferos, tanto de especies domésticas como los propios seres humanos. Sin embargo, los protocolos para especies silvestres y de otros animales menos estudiados necesitan un mayor desarrollo.
Los espermatozoides son células delicadas que requieren un laborioso proceso para que puedan aguantar la congelación. Por su parte, para lograr una inseminación artificial con éxito, se necesitan estudios previos de las hembras de la especie en concreto.
El objetivo de lograr reunir en estos bancos todas las especies en peligro está muy lejos: cada año la cantidad de seres vivos amenazados crece y los recursos para almacenar su material genético son limitados. Por ello, sus impulsores reclaman más apoyo y recuerdan que estos estudios podrían ayudar a conocer mejor el comportamiento celular cuando se suspende su funcionamiento por congelación.
Las técnicas de reproducción asistida no sólo ayudan a parejas que no pueden tener hijos, sino también a especies amenazadas. La criopreservación permite congelar material genético y evitar la extinción de animales como el cóndor de California, la gacela africana, el ciervo ibérico o plantas endémicas del Cantábrico. Científicos de todo el mundo trabajan en bancos de recursos genéticos con el objetivo de conservar el material de todas las especies en peligro, una tarea complicada que requiere de mayores investigaciones y medios.
Desafíos de la criopreservación
La criopreservación se enfrenta a varios desafíos que ponen a prueba su efectividad. Sus responsables deben obtener muestras sin restos de contaminación, infecciones o parásitos. Esta tarea es complicada en el caso de las especies en peligro, cuyo número es bajo y en condiciones poco aptas para su reproducción idónea.
Los investigadores necesitan desarrollar más la tecnología de criopreservación y reproducción asistida para aumentar sus resultados. La técnica es bien conocida para células de mamíferos, tanto de especies domésticas como los propios seres humanos. Sin embargo, los protocolos para especies silvestres y de otros animales menos estudiados necesitan un mayor desarrollo.
Los espermatozoides son células delicadas que requieren un laborioso proceso para que puedan aguantar la congelación. Por su parte, para lograr una inseminación artificial con éxito, se necesitan estudios previos de las hembras de la especie en concreto.
El objetivo de lograr reunir en estos bancos todas las especies en peligro está muy lejos: cada año la cantidad de seres vivos amenazados crece y los recursos para almacenar su material genético son limitados. Por ello, sus impulsores reclaman más apoyo y recuerdan que estos estudios podrían ayudar a conocer mejor el comportamiento celular cuando se suspende su funcionamiento por congelación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario