FOTOS: LUIS M. CABRERA
MIERCOLES, 30 DE JUNIO DE 2010
Con las temperaturas a más de 30ºC, no es aconsejable irse al campo como no sea a riesgo de una deshidratación, así que nos buscamos una ruta acuática. Nos juntamos tres socios y nos vamos para Benahavís, en la Costa del Sol, entre San Pedro de Alcántara y Estepona, a realizar la ruta de las Angosturas del rio Guadalmina.Conforme nos vamos acercando a Benahavís, después de pasar San Pedro de Alcántara,comprobamos como en casi todas las curvas de la carretera hay unos puestecillos donde, en vez de vender frutas como en otros sitios, lo único que venden son bolsas con pelotas de golf, esto es debido a la cantidad de campos de golf y urbanizaciones que casi no han dejado un metro libre en la costa.Poco antes de llegar a Benahavís (a 100 m de una rotonda), hay un pequeño aparcamiento, que están arreglando, y allí se deja el coche para bajar a la llamada Charca de las Mozas, declarada Monumento Natural. Se ve desde la carretera.Por unos escalones tallados en la roca bajamos hasta la orilla del río Guadalmina que ya se encuentra encajonado entre paredones de roca. Lo primero que hacemos es ver si lleva agua y si está limpia.Parece que sí esta limpia (hay bastantes pececillos), aunque el caudal no sea muy abundante. Después nos acercamos a la Charca de las Mozas, gran poza de unos cinco metros de profundidad. Empezamos a bajar al lecho del río siguiendo la corriente. Después de unos metros no te queda más remedio que mojarte, porque a los lados hay paredes de roca, la carretera va por encima, a nuestra derecha.Al poco empieza a haber más agua y nos cubre hasta el muslo. Nos encontramos galápagos, ranas y una culebrilla de agua. Seguimos avanzando, el río se va encajonando cada vez más, las paredes de roca albergan gran cantidad de plantas rupícolas. Vamos avanzando con cuidado de nos resbalar. De vez en cuando vemos nidos de palomas torcaces.Durante varios metros tenemos que nadar por un pasillo debajo de la roca donde el agua tiene bastante profundidad y está más fría.Por encima nuestra tenemos grandes estalactitas. Es una zona muy espectacular que invita a quedarse un rato.Después de dos horas de rocorrido llegamos a una pequeña presa. Aqui el agua ya no es profunda. Una cuerda nos permitió bajar unos cinco metros que tiene la presa hasta una zona encajonada de roca muy resbaladiza. Después aún queda un tramo de pozas de bastante profundidad donde hay que nadar (una culebra pasó a escasos centímetros). Una vieja y oxidada tubería va a media altura. En un punto hay una bella cortina de agua que parece una ducha. Poco después (unos diez minutos) llegamos a una zona donde se abre el río y se acaban las Angosturas. Nos salimos a nuestra derecha y por la carretera volvemos al aparcamiento en un cuarto de hora. Aunque parezca increíble el tramo que hemos recorrido por el río sólo tiene un kilómetro y medio, pero hay que disfrutarlo a placer, porque no se puede tener más variedad en menos espacio.
Hace un par de horas que yo he hecho la ruta,vivo en San Pedro, y jamas pense que tan cerca tenia algo tan bello.
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