Aquí en CAMINETE DE LUNA, seguimos pensando que después de una bonita ruta, se puede cocinar algo agradable y que nos guste hacer, porque esto de la cocina también tiene sus encantos especiales y por eso ahí queda esos consejos para cocinar los riñones pues a mí particularmente me encantan, bien preparados, los de cordero a los que pongo unos ajitos y un buen chorreón de coñac ó vino asolerao.
Estos productos de casquería son ingredientes básicos para numerosas elaboraciones de aperitivos y entremeses
Los riñones y otros productos similares tienen tantos detractores como fervientes consumidores. En general, los productos de casquería generan cierto rechazo en una parte de la población, ya que requieren unos cuidados especiales de limpieza y de cocción previos a su definitiva elaboración o cocinado. Riñones de vacuno, ovino o porcino tienen un tamaño y presentación particular, pero en todos los casos hay que dejarlos en remojo para eliminar su olor característico y someterlos a un proceso de precocción.
La frescura del riñón se reconoce por su carne compacta y por los depósitos internos de grasa, que deben ser duros y blancos. Es fundamental que sean frescos, ya que se estropean con más facilidad y rapidez que el resto de carnes. Tras el despiece, los riñones están envueltos en una cápsula de grasa que a menudo se elimina antes de ponerlos a la venta, pero que se aprovecha para ciertas preparaciones de cocina, como dar sabor a unas patatas guisadas o un toque de suavidad a rellenos, como en el caso de los pimientos con carne, hamburguesas, salsa tipo boloñesa, lasañas y canelones.
Los riñones y otros productos similares tienen tantos detractores como fervientes consumidores. En general, los productos de casquería generan cierto rechazo en una parte de la población, ya que requieren unos cuidados especiales de limpieza y de cocción previos a su definitiva elaboración o cocinado. Riñones de vacuno, ovino o porcino tienen un tamaño y presentación particular, pero en todos los casos hay que dejarlos en remojo para eliminar su olor característico y someterlos a un proceso de precocción.
La frescura del riñón se reconoce por su carne compacta y por los depósitos internos de grasa, que deben ser duros y blancos. Es fundamental que sean frescos, ya que se estropean con más facilidad y rapidez que el resto de carnes. Tras el despiece, los riñones están envueltos en una cápsula de grasa que a menudo se elimina antes de ponerlos a la venta, pero que se aprovecha para ciertas preparaciones de cocina, como dar sabor a unas patatas guisadas o un toque de suavidad a rellenos, como en el caso de los pimientos con carne, hamburguesas, salsa tipo boloñesa, lasañas y canelones.
LA RECETA COMPLETA, PINCHANDO EN: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/en_la_cocina/trucos_y_secretos/2010/06/21/193831.php
pero bueno como los hago
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