El programa de vigilancia de Medio Ambiente, en el que colabora Migres, reduce la mortandad en un 40% en los parques eólicos · Las paradas en menos de un minuto de los molinos resultan decisivas
Y. G. T. / TARIFA | Actualizado 24.10.2011 - 01:00 
Un aerogenerador de un parque de Tarifa, en imagen de archivo.
Conciliar los beneficios de la energía limpia con la importancia de las aves es el objetivo de la Consejería de Medio Ambiente que desde 2005 realiza un programa de control de mortandad en los parques eólicos. La colaboración de la Fundación Migres y de los promotores de las empresas ha sido definitiva para la obtención de resultados positivos. De este modo, desde 2005 se ha conseguido disminuir en más de un 40% la muerte de aves rapaces y planeadoras y hasta un 50% en el caso de los buitres leonados.
El programa consiste fundamentalmente en la paradas de emergencia que se obligan a realizar a los parques eólicos, así como el refuerzo de la vigilancia ambiental. Durante 2010, Medio Ambiente obligó a las empresas a realizar un total de 4.738 paradas de emergencia (1.913 horas). Para ello, personal de Migres o de la propia Consejería vigilan los parques en la época de migraciones -desde agosto a octubre- y cuando avistan un ave en dirección a un molino avisan inmediatamente para la parada del aerogenerador evitando así un posible impacto. En el último año, los tiempos se han reducido porque son los propios vigilantes los que tienen acceso al propio molino y pueden pararlo en menos de un minuto. Migres, que concentra sus esfuerzos en una parte de los parques de Tarifa, confirma la reducción del 50% de la tasa de mortalidad del buitre leonado, con una mínima disminución en la producción energética anual de solamente el 0,07 por ciento anual (en promedio, las turbinas fueron paradas durante 6 horas y 20 minutos cada año).
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El programa consiste fundamentalmente en la paradas de emergencia que se obligan a realizar a los parques eólicos, así como el refuerzo de la vigilancia ambiental. Durante 2010, Medio Ambiente obligó a las empresas a realizar un total de 4.738 paradas de emergencia (1.913 horas). Para ello, personal de Migres o de la propia Consejería vigilan los parques en la época de migraciones -desde agosto a octubre- y cuando avistan un ave en dirección a un molino avisan inmediatamente para la parada del aerogenerador evitando así un posible impacto. En el último año, los tiempos se han reducido porque son los propios vigilantes los que tienen acceso al propio molino y pueden pararlo en menos de un minuto. Migres, que concentra sus esfuerzos en una parte de los parques de Tarifa, confirma la reducción del 50% de la tasa de mortalidad del buitre leonado, con una mínima disminución en la producción energética anual de solamente el 0,07 por ciento anual (en promedio, las turbinas fueron paradas durante 6 horas y 20 minutos cada año).
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