Desde la
antigüedad las masas de agua , ya fueran mares, océanos, lagos, ríos , arroyos
o fuentes se asociaban con algún ser
sobrenatural protector, que si bien normalmente era fuente de vida y alimentos
, en ocasiones manifestaba su furor mediante inundaciones o sequías . En estos
casos era necesaria la intervención de
los sacerdotes , que con imploraciones y sacrificios intentaban aplacar la
cólera de la deidad.
Ya en tiempos
modernos , en nuestra sociedad , con el cristianismo bien arraigado , en
nuestro pueblo se sacaba en procesión la
patrona Ntra. Sra. La Reina de
los Ángeles invocando a la lluvia para acabar con las terribles sequías que
asolaban los campos y que destruían cosechas con el consiguiente periodo de hambruna
y enfermedades relacionadas con el clima.
Del agua de los ríos y fuentes
dependía , en última instancia , la supervivencia de la población , y las
sequías o inundaciones se interpretaban como consecuencia del enfado de algún
poderoso ser sobrenatural , ya fuera un dios, una ninfa o un genio .
El dios
lusitano-galaico Reue se relaciona con
las cumbres montañosas y con los ríos. Es muy probable que de ahí provenga el
nombre de nuestra fuente más emblemática
en nuestro pueblo y que ha abastecido a generación tras generación
durante siglos. La considero coetánea del Canal de la Real Fábrica de
Artillería de Carlos III, finales del siglo XVIII por el tipo de construcción
que es muy similar.
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