Alcornocales. Su intención era visitar una zona (cercana a Benalup) donde abundan tumbas antropomórficas y cuevas. Cabía la posibilidad de encontrar algunas de las que tienen pinturas.
Desayunamos en el Centro de Visitantes "El Aljibe" (Alcalá de los Gazules) con el ánimo de emprender la ruta en plena forma. El día, aunque nublado, se presentaba con buena temperatura. Lo que no esperábamos es que lloviera como llovió. Fue otro de los detalles del día (lo pasamos en remojo). Tuvimos "acierto" porque ha sido el único momento que el agua ha hecho acto de presencia en estos últimos y soleados días.
Al fondo, y perdida entre las nubes, Benalup-Casas Viejas
Por la angarilla de la izquierda, iniciamos la ruta de la Garganta del Cuerno.
Cuando llevábamos tres pasos y medio, hicimos la primera parada. Un apicultor, que pasaba por allí, se paró a charlar con nosotros. Fue la primera lección del día. Nos explicó, con todo lujo de detalles, un problema que afecta a las abejas. Se trata de la polilla de la cera.
Son varias especies de mariposas que producen el mismo efecto. Son denominadas polilla de la cera. En este caso es la Achroia grisella, polilla chica o tiña verdadera. Las hembras son más pequeñas que la de Galleria mellonella y su envergadura alar no sobrepasa los 23 mm y su longitud es de aproximadamente 10 mm.
Si ciclo biológico (huevo, larva, pupa, imago) depende mucho de la temperatura (los plazos se alargan a menos grados y se acortan a temperaturas altas).
Si ciclo biológico (huevo, larva, pupa, imago) depende mucho de la temperatura (los plazos se alargan a menos grados y se acortan a temperaturas altas).
Las larvas son las que afectan al panal . Cavan túneles buscando polen, cera y miel residual. Tienen un potente aparato masticador (como pudimos comprobar en los marcos de madera)
Las abejas adultas no son afectadas por las polillas.
Nos despedimos y me dio recuerdos para Antonio ( Bar La Parada, Jimena de la Frontera).
Las abejas adultas no son afectadas por las polillas.
Nos despedimos y me dio recuerdos para Antonio ( Bar La Parada, Jimena de la Frontera).
Rápidamente nos pusimos el traje de faena, adentrándonos por una bonita garganta.
Encontramos esta pequeña belleza blanca con hojas largas de filo espinoso. Que según nuestro amigo Amarillo se trata de Allium chamemoly. Un ajo muy díficil de ver ya que es el único que florece en pleno invierno.
Hoy, una de las protagonistas era el agua.
mirto (murtas, en Jimena)
Una de las cuatro cuevas denominadas "de los Ladrones" o de Pretina
Junto a una pertinaz llovizna, empezaron a aparecer a nuestra vista numerosas cuevas. Emprendimos la subida, por la vertiente izquierda, para llegar a ellas.Tuvimos suerte, porque nos sirvieron de refugio cuando la lluvia apretó.
Cientos de años después, algún desaprensivo ha dejado su huella: un burro (lo que es)
Estas, estaban situadas en la vertiente izquierda de la garganta.
Cuevas de Levante Detalle de las avispas alfareras
Una opilión, solitaria habitante de la cueva.
Como la lluvia no cesaba, decidimos volver otra vez al fondo de la garganta.
Ahora, nuestro objetivo es visitar otras cuevas que están situadas justo enfrente, en la otra vertiente, son las de Pretina o de los Ladrones.
9.- Cueva del Tajo Amarillo 10.- Cueva Negra de las Pradillas 11.-Cueva de Levante
13,14,15 y 16.- Cuevas de Pretina o de los Ladrones.
Juan Cabré y Eduardo Hernández Pacheco en 1914 nos describen el lugar de la siguiente forma: “Frente al pueblo de Casas Viejas, en un valle transversal de la Sierra de las Momias, llamado Garganta del Cuerno, ya hacia el extremo Norte de la Sierra, en el fondo de un crestón de arenisca, roca cuyos estratos tienen dirección paralela á la Sierra, se abren tres cuevas de unos ocho á diez metros de profundidad y otros tantos de anchura y altas bóvedas, que en conjunto se conocen con la designación de Cuevas de los Ladrones”.
Mas Cornellá también dio información sobre las cuatro cuevas de la Petrina o de los Ladrones. “La 1 es una cavidad muy expuesta a la insolación. Se han desprendido grandes lajas de las paredes y del techo, presumiblemente de forma artificial, ya que ha sido utilizada como refugio o majada… El techo también está ennegrecido por el humo de hogueras. La 2 presenta una pared rocosa…El soporte de la representación es una lámina muy delgada… La 3 se encuentra sobre un soporte muy fragmentado, con abundantes desconchones. La erosión eólica ha destrozado parte de la pared del abrigo y creado, dentro de la propia cavidad, una visera muy frágil y delgada que podía romperse con los dedos…La 4 es una cavidad muy expuesta a la insolación. El techo está ennegrecido por el humo de hogueras. Hay pintadas de grandes dimensiones en las paredes y numerosos bloques de piedras en el suelo”.
El viento ha esculpido estas extrañas figuras en la arenisca.
Tama edwardsi
Extraña araña que permanecía totalmente camuflada en la pared de la cueva (se movía como a saltos, luego permanecía totalmente quieta).Seguro que el amigo Amarillo ya sabe el nombre.Pues sí. Según cuenta en su blog se trata de una rarísima araña. Existen pocas citas en la península (en zonas áridas de Almeria y Murcia) siendo una especie habitual de climas tropicales y sub-tropicales. Iñigo S. nos informó que es el único representante ibérico de este género de arañas.Los mismos autores describen las pinturas que observaron de la siguiente forma: “La primera de ellas, ó sea la más próxima al cauce de la garganta, tiene en su pared del fondo extensas filas y grupos de puntos é impresiones positivas de manos en rojo. Además, animales estilizados y signos de difícil interpretación.
En la segunda cueva sólo hay estilizaciones humanas, también neolíticas.
En la tercera cueva, en su pared izquierda y próximo a la entrada, aprécianse restos de la decoración a modo de friso, del que no queda más que manchas informes de pintura y el animal sin terminar. Se trata de una cierva bramando. Todo el contorno del animal está grabado, como asimismo la abertura de la nariz y el ojo; después se ha rellenado con una tinta lisa, salvo el ojo, procedimiento común en la región oriental de España”.
Son curiosas estas especies de pozas, muy bien redondeadas por sus bordes, en el interior de las cuevas.
Los vándalos también han llegado aquí.
Entre las tumbas discurre una vereda que, en un tramo, presenta estas oquedades, iguales a las que podemos encontrar en Jimena de la Frontera, en una vereda sobre rocas de areniscas, a orillas del Hozgarganta.
En las inmediaciones de la enorme necrópolis ( no sé si se puede llamar así) aparecieron más tumbas desperdigadas por el entorno. Desde luego que este sitio tiene magia.
Ya que el tiempo mejoró, y aprovechando el camino de vuelta (campo a través , con todas las dificultades del mundo y con las piernas llenas de pinchazos), pusimos rumbo a cualquier cueva que aparecía ante nosotros.
El tramo final ( aunque todavía quedaba un buen rato)
Garganta del Cuerno
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Buena compañía, bonitos paisajes, buena temperatura, lluvia (sin molestar en exceso), cuevas, pinturas rupestres, tumbas, senderos y no senderos,... Yo creo que no se puede pedir más para una fantástica jornada senderista.
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