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Historia CAMINETE DE LUNAEl término municipal de Jimena es el situado más al norte del Campo de Gibraltar, por lo que sus tierras no tocan el mar, con el que se comunica a través del río Guadarranque, que nace en el sureste del término. Además de éste, destaca en río Hozgarganta, que junto a numerosos afluentes de escaso caudal de uno y otro río configuran la red hidrológica del municipio. Casi dos terceras partes de su término municipal pertenecen al Parque Natural de los Alcornocales de orografía llana y clima benigno. La zona sureste, fuera del parque, está formada por un conjunto de cimas en cuyo interior brotan las aguas que originan los arroyos que se unirán al Guadarranque. Orígenes La existencia de cuevas y abrigos naturales con abundantes restos y pinturas rupestres en todo el Campo de Gibraltar no indica la existencia de asentamientos humanos que se remontan al Paleolítico. Jimena de la Frontera no es una excepción, en ella se destacan la pintura del abrigo de Laja, con únicas escenas marítimas de la Edad de Bronce en la Península Ibérica. Suele identificarse con Jimena la antigua ciudad de fundación fenicia de Oba, conocida por sus acuñaciones de monedas en alfabeto libio-fenicio. En el castillo de Jimena aparecen epígrafes en los que aparece la "res publica Obensis". Dicho nombre se mantiene en época romana. Durante este periodo, Jimena se desarrolló como centro comercial y estratégico. La situación de la villa, al abrigo del interior pero razonablemente cercana al Estrecho de Gibraltar, ha hecho que su funcionalidad estratégica fuera explotada por los diferentes pueblos que la han poblado. Así, tras la caída del Imperio Romano, el emplazamiento sirvió de puesto defensivo y de vigilancia del Estrecho para los visigodos, que la perderán para pasar a manos bizantinas en el siglo VI. La llegada de los musulmanes en el siglo VIII no alteró esta situación. Los conquistadores llevan a cabo una serie de actuaciones para reforzar el enclave, ya denominado Xemina (del que derivaría el nombre cristiano de Ximena y posteriormente Jimena), construyéndose una nueva fortificación. La ciudad estuvo en manos de los benimerines, hasta que en 1319, Ismail I la cedió de nuevo, junto a otras, al reino nazarí de Granada a cambio de ayuda frente a los avances cristianos. Tras la Reconquista En posición de frontera del reino nazarí (de ahí su apelativo de la Frontera), Jimena permaneció hasta 1431, en que fue conquistada por Pedro García de Herrera, Mariscal de Castilla, bajo el reinado de Juan II de Castilla, que tomó la villa el 11 de marzo. Su situación fronteriza no fue estable, ya que la hizo cambiar de manos entre musulmanes y cristianos durante el siglo XV en algunas ocasiones. En 1451 volvió al poder nazarí, hasta que en 1456, Enrique IV la conquista definitivamente, cediéndola a su valido Beltrán de la Cueva, iniciándose la reedificación y repoblación de la villa durante el último tercio del siglo XV. Finalmente en 1510 pasó a la casa de Medina Sidonia, vendida por sus anteriores señores, los duques de Alburquerque. Unos años más tarde, las tropas formadas en esta ciudad participaron en la toma de Granada al mando de Rodrigo Ponce de León, por lo cual los Reyes Católicos le dieron a la villa el título de Lealtad en 1493, y más tarde, en 1498, Carta de Fuero Real. La pérdida de Gibraltar en el siglo XVIII vuelve a transformar a Jimena en enclave militar, esta vez en lucha con los ingleses. Felipe V le concedió en 1717 el dictado de Fiel por su actitud durante la Guerra de Sucesión Española. A fines del siglo se empieza a construir el segundo alto horno andaluz, a orillas del río Hozgarganta, que surte las necesidades bélicas de la zona. La empresa se mantuvo mientras persistieron dichas circunstancias, pero los altos costos y el sitio de Gibraltar acabaron con su existencia. Edad contemporánea La Guerra de la Independencia Española tiene a Jimena como escenario de batallas, con desastrosas consecuencias, pérdidas humanas y del patrimonio histórico local (como por ejemplo la pérdida de los archivos municipales durante la invasión francesa). Tras dicho conflicto, el siglo XIX transcurre entre sobresaltos, como el pronunciamiento de Riego en 1820, protagonizado en Jimena por el Batallón "Príncipe", una de los primeros en sublevarse y con sede en la localidad. Aparte de esto, dos acontecimientos determinaron el dasarrollo de la villa: el decreto de supresión de los señoríos en 1837, que supuso la independencia del poder ducal y el nombramiento de ciudad por Alfonso XII en 1879. La consideración inicial de San Pablo de Buceite y San Martín del Tesorillo como pueblos, hay que buscarla concretamente en el año 1869, cuando son vendidas las fincas de Buceite y Montenegral Bajo donde se integran estos núcleos de población, por parte del Duque de Medina Sidonia al Marqués de Larios. En los años 30, la Sociedad Industrial y Agrícola del Guadiaro es comprada por Juan March Ordian, quien en 1944, decide la desintegración del latifundio para pasar a manos de pequeños propietarios que se mantienen hasta nuestros días. LEER MÁS AQUI |
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